2.04.2006

Sin importar las palabras, las caras, los pasos que siempre parecen más rápidos que los propios, realizando un intento por ir más allá de mi forma, trato de pensarme, observarme y darme cuenta de aquello que activamente busco ocultar.
Nunca como ahora estuve tan segura que todo está allí, todo está en mi, a veces casi logro vislumbrarte, casi logro ver ese momento en que las cosas eran distintas y no disfrazaba esta inhibición del existir de simpleza y paciencia.
Calma en el andar es algo que no poseo, la tranquilidad que a veces se pueda apreciar parece ser simplemente el reflejo de este estanque en que mis deseos reposan, se sumergen y aprenden a nadar, esperando como fruto de toda esta fiebre, de todos los luminosos latidos que retumban en mi cabeza se conviertan de una y otra forma en esa tan ansiada salida hacia aguas más turbulentas.