Sin importar las palabras, las caras, los pasos que siempre parecen más rápidos que los propios, realizando un intento por ir más allá de mi forma, trato de pensarme, observarme y darme cuenta de aquello que activamente busco ocultar.
Nunca como ahora estuve tan segura que todo está allí, todo está en mi, a veces casi logro vislumbrarte, casi logro ver ese momento en que las cosas eran distintas y no disfrazaba esta inhibición del existir de simpleza y paciencia.
Calma en el andar es algo que no poseo, la tranquilidad que a veces se pueda apreciar parece ser simplemente el reflejo de este estanque en que mis deseos reposan, se sumergen y aprenden a nadar, esperando como fruto de toda esta fiebre, de todos los luminosos latidos que retumban en mi cabeza se conviertan de una y otra forma en esa tan ansiada salida hacia aguas más turbulentas.
Nunca como ahora estuve tan segura que todo está allí, todo está en mi, a veces casi logro vislumbrarte, casi logro ver ese momento en que las cosas eran distintas y no disfrazaba esta inhibición del existir de simpleza y paciencia.
Calma en el andar es algo que no poseo, la tranquilidad que a veces se pueda apreciar parece ser simplemente el reflejo de este estanque en que mis deseos reposan, se sumergen y aprenden a nadar, esperando como fruto de toda esta fiebre, de todos los luminosos latidos que retumban en mi cabeza se conviertan de una y otra forma en esa tan ansiada salida hacia aguas más turbulentas.